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Museo Ángela Peralta Pino

Angela Peralta Pino nació en Providencia, departamento Las Colonias, provincia de Santa

Fe, el 9 de noviembre de 1901; sus padres fueron Josefa Pino y Ángel Peralta. Cursó estudios primarios y parte del ciclo básico en la Escuela Bernardino Rivadavia de San Cristóbal y, ya adolescente y a pesar de la oposición de su familia, se trasladó a Rafaela, donde inició la carrera de magisterio en la Escuela Normal Domingo Oro. Cursó el primer año, pero la presión familiar la hizo abandonar; no obstante, su vocación la llevó a ejercer docencia por más de veinte años. Al jubilarse, en 1963, regresó a San Cristóbal. Falleció el 3 de noviembre de 1991. Su trabajo docente fue tan significativo que se reconoce la fecha de su nacimiento domo Día Nacional de los Maestros Rurales.

Algo de historia: en 1936 se realizó en la provincia de San Luis un Congreso de Instrucción Pública; la delegación santafesina, encabezada por el doctor Pio Pandolfo, llevó la propuesta de construir escuelas «rodantes y flotantes». Dicho proyecto tuvo aceptación unánime: sería la solución al problema del analfabetismo, fundamentalmente en lugares de difícil acceso para la construcción de establecimientos escolares.

De regreso a la provincia, se inició la construcción de la primera y única Escuela Rodante, la número 942. Era un vagón de ferrocarril pintado de blanco, dividido en dos ambientes: aula, con capacidad para 32 alumnos, con pizarrón, pupitres y un armario; otro ambiente destinado a vivienda de la maestra, con un pequeño dormitorio, más cocina y baño. Un generador a batería permitía un foco de iluminación en la cocina, uno en el baño, otro en el dormitorio y dos en el aula. En uno de sus frentes, un faro pequeño y una bandera eran signos de una escuela.

El destino de esta Escuela Rodante fue el departamento 9 de Julio, en el noroeste de la provincia, zona donde predominaban los algarrobos y quebrachos —por esta razón las tierras quedaban en manos de compañías extranjeras, que buscaban mano de obra barata, favorecida por el analfabetismo, a través de la explotación forestal—. Las condiciones no favorecían la escolaridad: ambiente rural, dispersión, grandes distancias, condiciones climáticas inclementes, niños ocupados en tareas rurales. La Escuela Rodante 942 recorría los parajes del citado departamento. Ángela Peralta Pino fue quien aceptó el desafío de ser la docente de ese vagón (a pesar de que aún no tenía la carrera completa y de que estaba a punto de contraer matrimonio); fue nombrada el 26 de marzo de 1940.

Desde ese lugar, en un paisaje de montes y hacheros, procuró incansablemente convencer a éstos de que escolarizaran a sus hijos; trabajó allí durante veintidós años. La escuela era llevada desde San Cristóbal a Tostado como vagón de tren, y desde allí a cada uno de los parajes usando un tractor; trabajadores de la zona acompañaban y ayudaban en esas travesías, entusiasmados por la llegada de aquel «ángel» que venía a traer conocimiento y más a las vidas de sus hijos.

La docente Ángela Peralta Pino, llamada la Maestra Caracol, recorrió desde 1940 a 1962 los siguientes parajes: Los Quebrachales, Itapé, Los Guanacos, Los Guasunchos, Colonia el Mate, Colonia la Avanzada, La Carreta; su último destino fue la Escuela de la Hiedra ubicada en el distrito de Villa Minetti. En este lugar, la escuela primaria que se construyó posteriormente conservó el número 942. En cada uno de los lugares donde se establecía aquella escuelita, se iniciaba la construcción de una nueva.

En 1982 el Ministerio de Educación y Cultura cedió en custodia al Museo Histórico Regional Tostado, dependiente de la Municipalidad de Tostado, dicha Escuela Rodante. Primero se la ubicó en el parque del museo, pero en 2011 se inició la construcción del edificio que la resguarda y que fuera inaugurado como Museo Ángela Peralta Pino el 4 de noviembre de 2016, en el marco de los 125 años de la fundación de Tostado.

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