Aquellos automóviles eran reformados para correr, así nacieron las baquets que disputaron los iniciales grandes premios a partir de 1910, carreras que abrieron futuras rutas y se desarrollaban, muchas veces, abriendo y cerrando tranqueras, ante la inexistencia de caminos. A partir de 1935, las baquets comienzan a mezclarse con autos carrozados y en 1937 gana el gran premio Ángel Lo Valvo, ‘Hipómenes’, con una cupé Ford V8, carrera que marca el nacimiento de nuestra categoría más añeja, tradicional y popular, el Turismo de Carretera. Pero el legado de las baquets siguió vivo, pues para muchos eran lo más parecido a los autos que competían en el viejo continente por aquellos tiempos. Nuestro país, y la provincia de Santa Fe especialmente, fueron desde siempre tierra fértil para la pasión fierrera y, no por casualidad, a la par de la explotación agrícola, aparecieron —al son del martillo y la fragua— los primeros artesanosmecánicos, que en pequeñas herrerías devenidas en talleres comenzaban a reparar y reformar los primeros implementos agrícolas importados, inventaban herramientas, fabricaban arados, sembradoras y cosechadoras y… en algún rincón se reformaba un Ford T para hacerlo de carrera».
Con este maravilloso relato comienza la presentación del Museo de Fórmulas y TC de Venado Tuerto. Una institución que retrata la historia de las fórmulas que del automovilismo deportivo en la provincia; hitos, lugares, nombres: Las 500 Millas de Rafaela, Oreste Berta, Jerry Bravi (para muchos el «padre del automovilismo zonal de fórmulas»), Tulio Crespi. Baufer, Bellavignia, Hector Berta, Bertuzzi, Bini, entre tantos otros.
El Museo de Fórmulas y TC tiene por objeto rescatar esfuerzos, mostrar autos de grandes constructores, su evolución, su técnica, y también retratar la pasión de los seguidores del deporte tuerca. El anecdotario emotivo y la historia cruzan sus frases en esta singular institución museística santafesina, un lugar, como dicen sus hacedores, «de encuentro y reconocimiento», para «dejar a la juventud el ejemplo de que con trabajo, pasión, fe, esfuerzo, estudio e inventiva, muchas veces, con mínimos recursos, se pueden cumplir los sueños».