Una comisión de vecinos se abocó a la tarea de recolectar, clasificar y, en caso de que fuera necesario, restaurar objetos de valor histórico. Entre lo singular que atesora el museo, puede mencionarse una petaca de cuero que perteneció al señor Strikland, ciudadano inglés administrador de la Estancia Las Petacas; una camiseta original del equipo de polo que fue campeón en el Torneo Abierto de Hurlingham en 1895 y en 1896; objetos originales pertenecientes a la familia Jewell y hasta un piano que fue utilizado en la Parroquia San Carlos Borromeo.
También el museo atesora una linda anécdota: autoridades comunales lograron, luego de la fundación del mismo, que éste fuese visitado en 2017 por nietos y bisnietos de Carlos Jewell, gracias a una iniciativa común con el Club Plaza Jewell de Rosario.