El museo está ubicado en Estación Matilde —los lugareños gustan llamar así a dos sectores, Plaza Matilde y Estación Matilde, que en realidad pertenecen a la misma localidad, Matilde, fundada en 1879— y se arriba a la inmensa casa donde funciona cruzando el paso a nivel entre un monte de eucaliptus. Vale destacar que Matilde es el único pueblo rural en la provincia de Santa Fe declarado Patrimonio Nacional.
Único en su género, el museo invita al visitante a ir reconociendo en la inmensa vivienda los canteros con siembra de cereales, las plantas aromáticas, la maquinaria de laboreo agrícola, los quinchos con hornos y mesadas, al tiempo que lo convoca a echar mano a un rápido proceso industrial que transforma el trigo en el pan de cada día.
Con su plaza y su iglesia, y una forestación centenaria, esta colonia es un fiel reflejo de la fusión criolla con la inmigración gringa. Algo que se potenció además en 1890, con la llegada del ferrocarril y, dos años después, en 1892, con la creación del molino harinero, un símbolo del pueblo.