Ese contrato de comodato contempló una cesión a diez años, con opción de renovación, algo que sucedió hasta nuestros días. La casona fue entonces sometida a sucesivos procesos de refacción, restauración y mantenimiento, siempre manteniendo su carácter arquitectónico.
En dos de sus salas, el Museo Familia Gorosito de Sarmiento expone mobiliario original del inmueble y objetos que pertenecieron al grupo familiar; en esas salas se realizan además muestras temporarias de artistas del lugar.
Próximamente se acondicionarán otros dos espacios para poder mejorar las exposiciones y sumar elementos que la comunidad dona al museo.