Sus actividades y programas de trabajo abordan contenidos de un amplio abanico de disciplinas científicas, como la física, la biología y la paleontología, a través de experiencias lúdicas e interactivas distribuidas en núcleos temáticos.
Fue inaugurado el 24 de septiembre de 1987 y en ese momento se constituyó en el primer museo experimental e interactivo de ciencias del país y uno de los primeros de Sudamérica. Su apertura se realizó en aquel momento con una exposición de maquetas, fotografías, paneles y materiales en soportes audiovisuales para dar cuenta de fenómenos astronómicos, matemáticos, físicos, químicos, geológicos y biológicos.
Con una superficie de 1.000 metros cuadrados dividida en módulos, este museo es de carácter interactivo, un lugar en el cual el visitante deja de ser un simple espectador para ser, con su visita y su acción, parte de la experiencia museística. Los equipos, las muestras y dispositivos que integran el museo son desarrollados por personal de la institución. Prácticas de óptica, luz láser, energía estática, propagación de radiaciones electromagnéticas y observaciones en telescopio son algunas de las actividades que pueden realizarse en sus instalaciones.