Como singular atractivo, este inmueble posee un túnel que conectaba el edificio actual del museo con la antigua estación ferroviaria y que era utilizado para transportar caudales. El museo tiene nueve salas en las que se exhiben libros, revistas, folletería original, fotografías, publicidades, material ferroviario rescatado que data de fines del siglo XIX y dispositivos de ferromodelismo. Para los interesados en escribir la historia, posee además documentación inapelable: libros contables de 1893 en adelante, fichas del personal y planimetría de varios sectores a los que llegaba el ferrocarril; también elementos de geodesia.