Talleres Pérez fue nombre con el que se los conoció después de la nacionalización de los ferrocarriles, en marzo de 1948. Su nombre inicial inglés fue Gorton Locomotive Works. Con casi treinta hectáreas de superficie, modelo en su especie, los Talleres Pérez fueron de los más grandes de Sudamérica. Contaban con secciones de fundición, forja, calderería, soldaduría, herrería, montaje y pintura, además de una subestación de potencia y casa de bombeo.
En esos talleres quedó custodiada la histórica locomotora La Emperatriz N°191, concebida por los ingenieros del Central Argentino en las instalaciones rosarinas del Portón I, Alberdi y Humberto Primo, y construida luego en Escocia.
Esta locomotora batió récords de velocidad y arrastró convoyes que trasladaron a personalidades como Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón, el duque de Windsor y el príncipe italiano Umberto de Savoie.
Después de mucho tiempo, La Emperatriz fue restaurada y puesta otra vez a rodar en las vías y hoy es, ella misma, el museo que lleva su nombre, junto a un histórico vagón de pasajeros. Este museo ferroviario es interactivo, ya que la locomotora sale del mismo para transitar un corto y emblemático trayecto por las vías, con los visitantes a bordo.