En las áreas que lo constituyen —Antropología y Paleontología, Botánica, Educación, Informes, Mantenimiento, Museografía y Programación, Secretaría, Territorios y Comunidades y Zoología—se trabaja con el objetivo de conformar un museo como espacio de construcción colectiva de sentidos. A las funciones habituales de investigar, conservar y educar, se suman otras, pensando un museo donde participar, construir y recordar para y con las comunidades.
El museo nació por iniciativa del profesor Valentín Antoniutti y el 23 de agosto de 1945 el Consejo General de Educación de Santa Fe fue creado con el nombre de Doctor Ángel Gallardo, en principio como filial del Museo Provincial de Ciencias Naturales Florentino Ameghino, que ya funcionaba en la ciudad de Santa Fe.
El patrimonio inicial del Gallardo se fue incrementando gracias a los aportes y gestiones del profesor Pascual Maciá, designado «organizador del museo» en 1945 y director dos años después, en 1947. El 27 de mayo de 1950 el Museo Gallardo logró conformarse como una institución independiente del Ameghino y, a la busca de una sede, encontró un lugar en 1967 en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario —ex Palacio de Justicia— locación en la que funcionó hasta el 1 de julio de 2003. La historia del Museo Gallardo tiene allí un antes y un después, a partir del acontecimiento ocurrido aquel día en que un voraz incendio destruyó sus instalaciones, sus muebles e inmuebles, un 80% de sus colecciones y la documentación concerniente, su biblioteca con más de 10.000 textos, fascículos, separatas, folletos y gran parte de la documentación institucional.
A partir de este suceso, comienzan a revisarse las misiones históricas del museo y el lugar que la institución ocupa en la ciudadanía, recuperando el acervo educativo, cultural y científico conformado a lo largo de setenta años de historia, en los que se construyeron políticas de investigación y socialización del patrimonio natural, cultural e histórico de la provincia.
Es así que en septiembre de 2006, se reinaugura el Museo Gallardo en el edificio de la actual Sede de Gobierno, locación que ocupa desde hace 20 años. Allí y con el transcurrir del tiempo, se fue dando un proceso de transformación integral del museo, que confluyó en una nueva mirada museológica y museográfica centrada en el visitante como protagonista y en el año 2016 el Gallardo renueva su propuesta y sus exposiciones, construidas en conjunto con quienes visitan el museo.
Desde diciembre de 2019, el Gallardo se encuentra en un proceso de organización colectiva, siendo gestionado por sus trabajadores/as, quienes cotidianamente buscan democratizar los conocimientos y el diálogo de saberes, abordando a través de las narrativas del museo, la humanidad en sus diversas formas, creencias, colores, tradiciones y convicciones, posibilitando discusiones y encuentros.
El Museo Gallardo es entendido entonces como un espacio de investigación y difusión en torno a distintas problemáticas y conflictos relacionados con el ambiente. Las diferentes líneas de acción e investigación son pensadas en y con las comunidades, proponiendo una construcción colectiva y participativa del patrimonio natural y cultural de la provincia, confrontando a la matriz de poder que las tendencias hegemónicas del mismo conocimiento científico han generado, poniendo sus conceptos y modelos en diálogo con una multiplicidad de saberes.
Así, gran parte de las acciones y propósitos del Gallardo están ligados a la producción de saberes científicos, inspirados en el compromiso de posicionarse éticamente ante las realidades en las que está inserto.
Estas acciones son desarrolladas en consonancia con el Pensamiento Ambiental Latinoamericano y nos invitan a reflexionar acerca de «la ciencia» en contexto social, a través de Políticas Pedagógicas Situadas, prácticas y posicionamientos desde la Museología Social y la Museología Crítica.