MUSEOS

Museo Histórico Provincial de Rosario «Dr. Julio Marc»

El 8 de julio de 1939, el pedagogo y ministro de Instrucción Pública de Santa Fe, Dante Mantovani, en el discurso de inauguración del Museo Histórico Provincial de Rosario, señalaba que los museos eran «un mundo poblado no de objetos sino de significaciones» y que, al comprenderlas, los visitantes podían tomar contacto con la historia e «iluminar la conciencia del presente».

A 84 años de aquel acontecimiento histórico que dejó una profunda marca en la historia cultural del país, el Museo Marc ha establecido una nueva misión, tomando como matrices inspiradoras el pensamiento de sus fundadores. Hoy, este museo histórico, con sus colecciones, se plantea como un espacio inclusivo que celebra la diversidad y la pluralidad con el propósito de revelar de manera crítica la historia de los habitantes y territorios de Sudamérica, Argentina, de la provincia de Santa Fe y de la ciudad de Rosario, poniendo en relación nuestro pasado con los problemas y las demandas sociales del presente.

Para llevar adelante esta misión el museo cuenta a su favor con una historia muy rica e irrepetible dentro del campo de la gestión cultural argentina, que lo convirtió en uno de los más importantes del continente. Su fundador, Julio Marc (1884-1965), abogado, historiador y destacado coleccionista, supo articular con las diversas jurisdicciones estatales y lograr el apoyo de las elites sociales y económicas para dotar a la institución de colecciones que sobresalen por su extensión y calidad, construir un monumental edificio diseñado por el arquitecto Ángel Guido —que fue el único proyectado en Argentina para un museo histórico— y conformar un guión historiográfico que proponía nuevos mitos fundadores de nuestra identidad nacional mediante una amplia vocación americanista. Además, el museo fue planteado como un nuevo espacio que posibilitaría la profesionalización de la práctica historiográfica, con la creación de una biblioteca y un archivo histórico con un excepcional material hemerográfico, documental y fotográfico para construir la historia de la región.

Hoy el museo cuenta con una superficie cubierta total de 3.485 m², desplegados en más de veinte salas, dos bibliotecas, tres reservas y áreas de trabajo, donde se exhiben, conservan, investigan y restauran las más de 50.000 piezas de su acervo. La colección del período prehispánico condensa el pensamiento de Julio Marc y de Ángel Guido. Ellos entendían que el origen de la identidad de Argentina se inscribía en el pasado anterior a la ruptura política con España. Por esta razón, el Marc fue el primer museo de historia argentina en incorporar en sus colecciones y relatos la cultura material de los pueblos originarios americanos. Se destacan piezas de civilizaciones andinas representadas por sus cerámicas, textiles y metalurgia, desde la cultura Moche, pasando por otros pueblos como los Tiwanaku, Wari, Chancay y Chimu, hasta culminar con los testimonios del período imperial Inca.

También están presentes las manifestaciones culturales del Noroeste argentino con piezas de los pueblos Condorhuasi, Ciénaga, Candelaria, Aguada y Belén. El museo, además, generó y comisionó a lo largo de su historia investigaciones arqueológicas, entre ellas sobresalen la encomendada en 1937 a Emile y Duncan Wagner en la provincia de Santiago del Estero. La llamada Colección de la Civilización Chacosantiagueña fue una de las primeras en ingresar al museo con una documentación inmejorable en relación a las piezas adquiridas en diversos anticuarios.

La colección de arte colonial es una de las más valiosas, diversas y extensas del país. En su formación e investigación tuvo un rol protagónico Ángel Guido, destacado especialista en la materia. Este conjunto de piezas, producidas por aborígenes y criollos sudamericanos entre los siglos XVII y XIX, incluye pintura, grabados e imaginería, mobiliario y platería de uso civil y religioso, libros, documentos y numismática. La mayoría de la pintura pertenece al siglo XVIII, tiene una alta representación la escuela cuzqueña, la potosina con una obra de uno de sus mayores exponentes, Melchor Pérez de Holguín, y la producida en el área surandina definida por Guido como la escuela mestiza.

El Museo Marc es un museo de historia, pensado para dar cuenta de la patria que nace, siguiendo la doctrina de Ricardo Rojas, de la fusión de lo indígena y lo colonial. Sin embargo, esta historia nacional planteada desde una perspectiva americanista también incluyó la de la provincia de Santa Fe y la de Rosario. Las colecciones están centradas en el siglo XIX, desde las invasiones inglesas hasta el Centenario de 1910. El patrimonio en pintura, grabados y miniaturas contiene firmas muy importantes de la historia del arte argentino como Maurice Rugendas, Carlos E. Pellegrini, Antonia Brunet de Annat, Fernando García del Molino, Cesar H. Bacle, Eustaquio Carrandi, Pridiliano Pueyrredón, Ignacio Manzoni, Amadeo Gras, entre otros.

Las artes aplicadas y decorativas están presentes en estas colecciones con mobiliario, abanicos, peinetones, alhajas, indumentaria, porcelanas, medallas, platería, armas y objetos de la vida cotidiana. La platería criolla, junto a la numismática, es otra de las colecciones que destacan al Museo Marc por la firma de sus plateros. La serie de mates contiene una amplia variedad tipológica, constituyendo uno de los acervos más importantes dentro del concierto nacional. Estas colecciones, que continúan creciendo mediante los aportes de la Asociación de Amigos del Museo, permiten hoy al Marc acercarse a los visitantes desde diferentes aristas, con lecturas curatoriales diversas que lo vinculan constantemente con la comunidad y lo transforman en una institución vital para la definición de nuevas identidades.

 

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